En la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes buscamos propiciar espacios que nos permitan posicionarnos como un importante escenario de actualización en temas jurídicos de actualidad y vanguardia, que son tendencia y que repercuten en la cotidianidad del ser humano.
Por ello, nuestra Maestría en Derecho, Gobierno y Gestión de la Justicia, junto con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, realizó el primer Café por la sosTECnibilidad, justicia y tecnología.
Se llevaron a cabo tres espacios de discusión que estuvieron liderados por voces importantes del sector, con el fin de trazar un camino que permita definir el rumbo regulatorio de las TIC en Colombia.
“Nos hemos dado cuenta de esta necesidad de regulación para que todas las personas que nos podamos afectar, los entes de control, los activistas, los profesionales, los ciudadanos comunes, en conjunto, podamos informarnos y encontrar un espacio de reflexión que nos permita ver cuáles son los efectos y también los posibles derechos ausentes de regulación”, dijo María del Socorro Rueda Fonseca, directora de la Maestría en Derecho, Gobierno y Gestión de la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes.
SosTECnibilidad – Tecnologías emergentes y derecho al reparo
Este conversatorio estuvo liderado por la ministra TIC, Carmen Ligia Valderrama Rojas.
“Tenemos dos retos, dos desafíos y dos realidades: la sostenibilidad y la tecnología. La tecnología no puede, sin distinción, avanzar y olvidarse de la sostenibilidad. Y, la sostenibilidad debe ir de la mano de la tecnología avanzando en beneficio de las políticas que se adopten”, dijo la ministra.
Precisamente, en aras de que haya una verdadera consolidación de la sosTECnibilidad, hizo énfasis en la importancia del derecho al reparo, el cual le permite a un usuario reparar su equipo para no verse obligado a adquirir un producto nuevo, evitando así contribuir a la proliferación de desperdicios tecnológicos.
“No solamente los productos deben de gozar de unas características que les implique que puedan ser reparados, que por lo menos se garantice que en un tiempo se tengan los componentes para poderlos reparar, sino que desde su concepción el producto debería ser concebido para que no vaya programado de manera tal que saque del mercado la posibilidad de usarlo y que exija finalmente al usuario que tenga que cambiarlo”, agregó.
En esta conversación también participó el estadounidense Louis Rossman, técnico de reparación independiente, activista por el derecho a reparar.
Neuroderecho – Avance tecnológico vs privacidad cerebral
En este panel, Carlos Reusser, docente de la Universidad Alberto Hurtado de Chile, habló sobre la existencia de cinco neuroderechos fundamentales, que actualmente son tipo de análisis: derecho a la identidad personal, derecho al libre albedrío, derecho a la veracidad mental, derecho al acceso equitativo a las tecnologías que permiten aumentar la capacidad cognitiva y derecho a que no existan sesgos socioculturales en las tecnologías que se utilicen.
“La verdad es que no hay expertos en neuroderechos. Todos somos principiantes en esto. En este ámbito, no todo está escrito; de hecho, se está empezando a escribir, es un mundo nuevo. En este lugar no hay todavía “vacas sagradas”. Y esto requiere estudios tanto de Derecho como de Ciencias. Invito a los estudiantes a que se desarrollen en este ámbito, es inexplorado, muy bonito y tiene enormes proyecciones a futuro”, anotó.
Por su parte, para Lucía Camacho, Researcher on Human Rights, Data Justice & Tech. Media Democracy Fund fellow at Dejusticia, “proteger el cerebro y su actividad a medida que se producen avances en neurotecnología, es la preocupación fundacional de toda esta discusión sobre este nuevo conjunto de derechos”.
Respecto a este tema, la profesora Maria Lorena Flórez Rojas, directora del GECTI y del Observatorio Ciro Angarita Barón de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes, se cuestionó acerca de los retos especiales de los neuroderechos. “¿Existirá la necesidad de plantearnos como Colombia, como país, estrategias para empezar a regular estos campos? ¿Se deben añadir cinco nuevos derechos humanos a la Declaración Universal de los Derechos Humanos?”.
Desde su perspectiva como académica y profesora, cree que “vienen cambios curriculares a nivel de las facultades de Derecho y del resto de las facultades. Abogo por clases realmente disciplinares donde podamos discutir ciencias exactas, biología, neurobiología, psicología, filosofía, ingenierías, cómo funciona el cerebro, cómo se traduce eso en términos de sintaxis, de semántica, para que los abogados -no es que nos volvamos ahora los expertos en esto- tengamos la humildad de decir: somos un grupo participativo y entre todos podemos construir algo interesante. Ahí es el llamado de atención a las facultades de todas las carreras y es que exista más interdisciplinariedad en los campos para poder entender las implicaciones de estas nuevas tecnologías emergentes”.
Retos de la protección de la información y de la privacidad de los ciudadanos en el sector público. ¿Necesidad de una nueva regulación?
Para Heidy Balanta, directora de la Escuela de Privacidad, son tres los retos principales en esta materia:
– El cumplimiento de la legislación en protección de datos personales por parte de las entidades públicas.
– La publicidad de sentencias judiciales en el contexto de internet.
– La transformación digital con alto impacto en los derechos de los ciudadanos.
“En Colombia sí necesitamos actualizar la legislación en protección de datos, pero, urgente, por lo menos en bases legales, que sea más flexible la circulación de la información, es fundamental. No podemos seguir que solo el consentimiento sea la única base legal para tratar los datos”, reiteró.
La jornada finalizó con el panel: “Aplicación del Derecho en la realidad de los metaversos”.
“¿Quién crea las reglas y quién las hace cumplir? ¿En qué consiste la identidad? ¿Qué significa ser propietario? ¿De quiénes son las creaciones? ¿Se pueden causar daños? ¿Cómo se definen los valores del intercambio? ¿Nuevos territorios, nuevas soberanías?, fueron algunas de las interrogantes que dejó sobre la mesa Verónica María Echeverri Salazar, docente de la Universidad de Antioquia.
Por su parte, el profesor Joel Gómez, presidente fundador de la Academia Mexicana de Derecho Informático, dio luces sobre los aspectos legales más relevantes que, en su opinión, deben ser abordados en un futuro cercano. Por ejemplo, “los abogados deberán ayudar a identificar los derechos de propiedad intelectual que se utilizan en el mundo virtual y garantizar que se establezcan los consentimientos y las licencias correspondientes”.
Agregó, además, que “es inevitable que el incremento de la interacción humana en estos metaversos vaya a conducir eventualmente a delitos, lo que va a requerir una redefinición de algunos delitos, nuevas ideas sobre el enjuiciamiento de actividades delictivas en el metaverso y hacerle entender a los penalistas que no todo lo que pasa en internet es un medio para la comisión de un delito en la vida real”.
Pero, este mundo paralelo que siempre está vivo en el plano digital ¿cómo debería ser regulado? ¿Cuáles son los retos que debe tener en cuenta el Derecho?
Para Germán Flórez, presidente de la Asociación Colombiana de LegalTech – Alt+co Colombia, uno de los temas más importantes en el metaverso es la ciberseguridad. “Hay que tener cuidado con no caer en prácticas típicas como el phishing”, suplantación de identidad o spoofing”. Respecto a los marcos jurídicos, dijo que “deben ser muy cuidadosos en tener reglas que hagan que los responsables de esos metaversos tengan niveles de seguridad muy importantes. Hay que hacer leyes que tengan el principio de neutralidad digital y que sean pensadas más hacia el futuro”.
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