El Antropoceno, sostienen los especialistas, es una era en la cual ya no existe una naturaleza separada y distinta de los seres humanos, sino que el mundo entero es un producto conjunto de la actividad humana y de fenómenos no humanos subyacentes, mezclados de manera indisoluble. La idea ha tomado fuerza desde comienzos de este milenio, pero en realidad se remonta hasta Alexander Von Humboldt. Así, inspirado en la noción de la naturaleza como una red de vida propuesta por el científico prusiano, este libro parte del supuesto de que en nuestra era antropocénica los seres humanos actuamos como entidades geológicas con la capacidad de alterar la composición química de la atmósfera y de los mares, de derretir la Antártida, de transformar el clima del planeta y de propiciar una extinción masiva de especies.
Con base en tal premisa, en esta obra se sostiene que el derecho ambiental debe entenderse como el conjunto de instituciones formales e informales mediante las cuales se busca mitigar el daño que causamos los seres humanos, en nuestra calidad de fuerzas naturales o entidades geológicas, al bienestar y los intereses de las generaciones futuras, de la comunidad global y de especies distintas de la nuestra.