Hace algunas semanas se realizó el lanzamiento del proyecto Hilos de sangre: historias y memorias del vih/sida[1] en Colombia. Creado por el artista Carlos Motta y el historiador Pablo Bedoya, este proyecto hace un trabajo colosal por construir un archivo documental sobre el vih/sida a partir de fuentes materiales y conversaciones con testigos de esta historia. El archivo, disponible en la página web del proyecto, incluye: i) 62 entrevistas[2] con personas viviendo o conviviendo con vih/sida y que han estado vinculadas a este tema desde campos como el activismo, el arte, la academia y el Estado; ii) una línea de tiempo que recupera los hitos legales, los protagonistas y los momentos más importantes de esta historia desde la década del ochenta; iii) un archivo documental con artículos de prensa, campañas mediáticas, informes oficiales, investigaciones, normas legales, entre otras fuentes; iv) y una exposición museística[3] que bajo el título de Virosis reúne las obras de treinta artistas y colectivos colombianos.
El archivo, en fin, es de lujo, tanto por sus dimensiones y su carácter abierto al público, como por el amplísimo rango de voces que contempla y que permiten un acercamiento crítico, interseccional y muy completo a la historia y memoria del vih/sida en el país.
En este espacio, además de la invitación a conocer este proyecto, quiero destacar tres temas que emergieron en las entrevistas que Motta y Bedoya realizaron a distintos participantes, y que considero relevantes para este blog sobre Derecho y Género.
El primer tema tiene que ver con el papel del derecho en esta historia. Como en otras áreas, también en relación con el vih/sida la Corte y la tutela han jugado un papel importante en el reconocimiento de derechos.[4] El archivo muestra que después de la primera sentencia sobre vih/sida del año 1992 (T-484), la Corte ha promulgado al menos 33 sentencias adicionales en las que ha reconocido derechos como el de la salud y el acceso a medicamentos, la estabilidad laboral reforzada y la no discriminación en contextos sociales e institucionales.
Varias de las entrevistas realizadas por los investigadores destacaron este potencial de la tutela como herramienta para la reivindicación de derechos, sin embargo, también algunas de las personas entrevistadas llamaron la atención sobre sus efectos ambivalentes en el activismo. Como explicó un entrevistado, muchas personas acudían a las organizaciones de vih/sida para recibir acompañamiento legal, pero, una vez los jueces resolvían el caso, “nunca más volvíamos a saber de esa persona que vivía con vih”[5]. Para algunos participantes, la tutela podía ofrecer una solución rápida a las personas, pero también traía consigo el riesgo de desplazar otros repertorios de acción y afectar con ello la posibilidad de una movilización más amplia y estratégica. Distintos académicos y académicas del derecho han llamado la atención sobre este riesgo de “desmovilización” del litigio,[6] de modo que traer aquí este punto es relevante para seguir reflexionado de forma crítica sobre otros posibles impactos de la movilización legal, especialmente en un país donde el litigio es una herramienta muy popular entre los movimientos sociales.
El segundo tema se conecta con el anterior y tiene que ver con la trayectoria y los resultados del activismo sobre vih/sida. Entre finales de los noventa y comienzos de este siglo, la movilización alrededor del vih/sida vivió una época dorada, auspiciada por la financiación proveniente tanto de ONG y organismos de cooperación internacionales como de la industria farmacéutica interesada en el mercado de los antirretrovirales. Estos recursos, pese a la procedencia problemática de algunos de ellos (como afirmaron varios activistas), hicieron posible numerosos avances: la creación de grupos y organizaciones de vih/sida en distintas ciudades del país, la emergencia y el entrenamiento de nuevos activistas (algunos de los cuales migrarían después hacia el activismo LGBT), el desarrollo de investigaciones académicas, la ejecución de campañas de prevención y, en general, la circulación de más y mejor información sobre el tema del vih/sida entre la población.
Sin embargo, a pesar de este auge y los logros obtenidos, el balance que plantean varias entrevistas sobre esta trayectoria es también crítico por al menos tres razones. Primero, porque para varios activistas el objetivo que se propusieron de frenar la expansión del vih/sida en el país sigue siendo una causa pendiente. Segundo, porque en Colombia aún no existe —después de casi medio siglo de que apareciera la infección— una política estatal seria para abordar el vih/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Y tercero, porque para varios entrevistados(as) el activismo no ha logrado sostener su vitalidad inicial, en parte por una caída en la financiación internacional, pero también porque algunas de sus organizaciones perdieron de vista el horizonte de lucha más amplio para dedicarse principalmente a la prestación de servicios de salud o, como mencionará un entrevistado, a un activismo legal limitado como “tutetólogas y desacatólogas”[7].
Por último, el tercer tema tiene que ver con el lugar que ocupa el vih/sida en la sociedad actual. Factores como el acceso a medicamentos y el mayor conocimiento sobre la infección han permitido que las personas con vih/sida continúen llevando una vida plena y, al mismo tiempo, han contribuido a transformar el imaginario social desde el cual al vih/sida era visto —en palabras de varios participantes— como una “una sentencia de muerte”. Sin embargo, este avance importante también ha llevado, como afirman Motta y Bedoya, a que el vih/sida sea considerado hoy en día como “un fenómeno del pasado, con escasa importancia para la vida de nuestras sociedades actuales”. En contra de esta invisivilización, las entrevistas evidencian la urgencia de reposicionar el vih/sida como un tema central dentro del activismo y la agenda pública. Las muertes que causa la infección, el fuerte estigma que prevalece en la población, la discriminación en las instituciones y los problemas de acceso a medicamentos que enfrentan ciertas poblaciones (entre ellas, las que se encuentran en áreas rurales y apartadas de los centros urbanos), son, entre otras, algunas de las razones mencionadas en las entrevistas para afirmar la importancia de visibilizar el vih/sida y darle la relevancia que necesita en la agenda de cambio social.
El proyecto Hilos de sangre hace una contribución muy valiosa a ese propósito al hacer visible el tema del vih/sida y dejar un impresionante archivo documental que puede ser utilizado por otras personas para seguir aportando a este legado desde campos como la academia, el activismo y el arte.
[1] Historiadora y magister en Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Estudiante del Doctorado en Estudios Interdisciplinarios sobre Desarrollo de la Universidad de los Andes. Integrante del CiderX.
[2] El uso de la sigla en letras minúsculas es deliberado y responde, como explican sus autores, “al trabajo de numerosos grupos que se han movilizado internacionalmente para transformar el peso simbólico que tienen estas siglas, y mitigar la notoriedad que imprime su uso capitalizado”. Aquí utilizo la sigla de la misma manera para seguir esta propuesta.
[3] Las entrevistas también se encuentran en formato de podcast y pueden escucharse en aplicaciones como Spotify.
[4] En el marco del proyecto se realizó además la exposición Stigmata, que recoge una muestra de las obras artísticas creadas por Carlos Motta. La exposición se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Bogotá hasta el 11 de junio de 2023.
[5] Marín, Federico, Laverde, Lina María, Perico, María Fernanda y Rojas, Marcia (s. f.). Lo que dice la Corte sobre los derechos de las personas que viven con VIH. Colombia Diversa. http://www.colombia-diversa.org/p/preguntas-legales-sobre-vih.html.
[6] Entrevista realizada por Carlos Motta y Pablo Bedoya. https://hilosdesangre.co/conversaciones/.
[7] Ver, por ejemplo, Jaramillo Sierra, Isabel C. y Alfonso Sierra, Tatiana (2008). Mujeres, cortes y medios: la reforma judicial del aborto. Siglo del Hombre Editores, Universidad de los Andes; y Uprimny, Rodrigo (2007). La judicialización de la política en Colombia: casos, potencialidades y riesgos. Sur: Revista Internacional de Derechos Humanos, 4(6), 52-69.
[8] Entrevista realizada por Carlos Motta y Pablo Bedoya. https://hilosdesangre.co/conversaciones/.