La I Cumbre de Mujeres Originarias de la Cuenca Amazónica (en adelante Cumbre) se realizó entre el 8 y el 12 de octubre de 2021 en la Casa de Pensamiento de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), con más de 170 mujeres voceras de 511 pueblos indígenas de la Amazonía (OPIAC, 2021a). Esta experiencia, para la lideresa indígena Fany Kuiru Castro (2022), superó las expectativas, ya que permitió unir y articular a representantes de Perú, Brasil, Guyana, Bolivia, Venezuela, Surinam, Guyana Francesa, Ecuador y Colombia en Tena, municipio colombiano, para hablar y generar alternativas colectivas sobre asuntos como el rol de las mujeres para enfrentar la deforestación y el cambio climático en el bioma amazónico. Así, el propósito de este artículo es presentar mis reflexiones preliminares sobre los significados, discursos y estrategias que se dieron en la Cumbre sobre la justicia climática.
Raíz de la juntanza de las mujeres originarias del Amazonas
Una de las grandes lideresas que enriqueció mis reflexiones frente a las maneras de entender y movilizar la justicia climática en la Cumbre fue Fany Kuiru Castro, a quien entrevisté el 13 de abril de 2022 para la Silla Vacía. Esta abogada indígena es la Coordinadora de Mujer, Niñez y Familia de la OPIAC y fue la organizadora de la Cumbre. Al respecto de los orígenes de este encuentro de mujeres amazónicas, Fany Kuiru (2022) comenta que en las reuniones de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (CIOCA) se dieron espacios de conversación en los que varias mujeres se sintieron identificadas, dado que sufrían problemáticas similares. Con este insumo, Fany Kuiru, junto a otras lideresas indígenas de COICA y el apoyo de Julio Cesar López Jamioy, coordinador General de la OPIAC, iniciaron “una titánica apuesta que tomó meses de trabajo sin descanso en los que en varias ocasiones su equipo y hasta ella misma pensaron que no lo podrían lograr” (Rozo, 2022). A pesar de las dificultades, la Cumbre fue una realidad que articuló a las mujeres indígenas del Amazonas en torno a aquellos temas comunes que las afectaban.
Fany Kuiru (2022) resumió en tres dimensiones las bases que movilizaron y dieron forma a esta juntanza amazónica:1) la exclusión de las mujeres en los procesos de toma decisión para enfrentar el cambio climático, lo cual hace que se ignoren las experiencias, conocimientos y contribuciones que ellas hacen; 2) la falta de apoyo económico y político a sus iniciativas y procesos en el territorio y; 3) las violencias que los cuerpos de las mujeres indígenas sufren en un territorio de conflictos y enfrentamientos entre distintos actores armados que luchan por la naturaleza y sus beneficios. Estas dimensiones fueron un insumo importante que le dio forma a la carta que se envió a la 26ª Conferencia de las Partes (COP26), uno de los dos documentos centrales de la Cumbre.
Justicia climática como estrategia y posibilidad de nuevas realidades
En el marco de la Cumbre, una estrategia central para enfrentar la exclusión de las mujeres en los procesos de toma decisión sobre cambio climático fue la construcción de una carta para que fuese tenida en cuenta en la COP26. En esta carta la justicia climática, en primer lugar, implica que se reconozca en las COP, órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de Naciones Unidas de Cambio Climático (CMNUCC), que las mujeres originarias y defensoras del territorio: somos la voz, somos la acción, somos quienes estamos al frente de cada lucha; somos las cuidadoras de los bosques, las conocedoras de plantas y medicinas tradicionales, las transmisoras de culturas milenarias, las protectoras del agua, las dadoras y defensoras de la vida (OPIAC, 2021a, pág. 1).
Adicionalmente, para estas lideresas indígenas, su reconocimiento en la COP implica que se generen unos cupos para el ingreso a estas negociaciones de algunas de sus representantes y el apoyo económico para poder asistir y participar. Este sentir, se evidencia cuando ellas sostienen que: nuestra voz colectiva no se encuentra representada en los espacios de toma de decisiones. No poseemos cupos específicos para participar en la Conferencia de las Partes de la CMNUCC, celebrada anualmente, ni facilidades para asistir; carecemos de visibilidad y no poseemos fondos para financiar nuestras iniciativas que contribuyen a la conservación y protección de la Amazonía (OPIAC, 2021a, pág. 1).
Sobre este tema, Fany Kuiru (2022) enfatizó que poder visibilizar las iniciativas que estas mujeres están liderando en sus territorios y conseguir financiación para darles continuidad y potenciarlas es un primer paso para materializar la justicia climática en clave de mujeres indígenas amazónicas. Para lograr este avance, en la carta se propone dar inicio en el mes de noviembre de 2021 a los diálogos entre la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC y el Consejo de Mujeres de la COICA, en aras de establecer una interlocución directa con las mujeres.
De esta forma, parece haber una apuesta por la participación en las COP como escenario de transformación y generación de posibilidades para las mujeres originarias de la Amazonía y sus luchas. Sin embargo, más allá de exigir una participación efectiva con miras a nuevas realidades posibles, estas lideresas responden a una problemática a causa de la exclusión estructural que sufren en sus países: los señalamientos, amenazas y asesinatos por la defensa de su territorio.
Resistiendo y enfrentando la exclusión estructural desde la justicia climática
Las violencias que los cuerpos de las mujeres indígenas sufren en la Amazonía es uno de los problemas que, desde la Cumbre, se quiso contrarrestar por medio de la exigencia de la apertura de espacios y de diálogos que posibiliten su participación efectiva para defender sus cuerpos y dignidades. Por ello, la justicia climática es también una justicia de género, dado que parte del reconocimiento de las afectaciones que han sufrido los cuerpos de las mujeres para que se generen mecanismos que eviten la continuidad de las violaciones, amenazas y asesinatos de las lideresas y sus comunidades. Sobre este punto, las lideresas buscan posicionarse en:
las discusiones y decisiones internacionales sobre la Amazonía, como protagonistas de los diálogos y actoras principales de la ejecución de las políticas, planes, programas y proyectos relacionados con prevención y mitigación del cambio climático en la región, así como beneficiarias de los procesos de compensación generados por el daño a nuestros cuerpos, territorios y formas de vida (OPIAC, 2021a, pág. 1).
Sin esta inclusión es difícil hablar de justicia climática en Colombia y los demás países que comparten el bioma amazónico, según la perspectiva de Fany Kuiru (2022). Así, en la Cumbre se planteó que la exclusión en los procesos de toma de decisión de las mujeres y los pueblos indígenas, para el caso de la protección y conservación de la Amazonía, está generando señalamientos y amenazas a las comunidades que han habitado milenariamente este territorio.
Por ello, una de las demandas de estas lideresas es que se ejecuten “acciones urgentes que permitan detener la criminalización, asesinatos y desapariciones de líderes y lideresas defensores de nuestros territorios” (OPIAC, 2021a, pág. 2). Por consiguiente, parece que la justicia climática es posible solo si se propende por la defensa y la garantía de los derechos de las mujeres y de los pueblos indígenas, lo que deja al concepto como una utopía a la que se puede y debe llegar si se quiere cumplir el Acuerdo de París[2]. Esta utopía se enlaza profundamente con el llamado que estas mujeres hacen para que se reconozca, en cualquier decisión que se tome sobre el cuidado del ecosistema amazónico, su relación con la tierra como base para una justicia climática (OPIAC, 2021a).
“Somos una sola con nuestras selvas”
La justicia climática para las mujeres indígenas amazónicas está estrechamente ligada a las tierras, ya que para ellas es necesario titular y garantizar la administración de los territorios originarios como propiedad colectiva de los pueblos indígenas. Partiendo de esta titulación, se garantiza la libre autodeterminación de los pueblos en la defensa y el cuidado de la Amazonía, así como se da paso a que los fondos climáticos lleguen efectiva y directamente a las comunidades, para apoyar los procesos de conservación, protección y cuidado de los territorios de la región (OPIAC, 2021a).
Sobre este aspecto, en la Cumbre se presenta la justicia climática en clave de género, pues tanto en la creación de la Red de Mujeres Indígenas Defensoras del Territorio Amazónico como en la emergencia del Movimiento de Mujeres Originarias de la Amazonía Colombiana se establece la paridad en la participación de las mujeres en todos los espacios de toma de decisión a nivel organizativo, local, nacional y regional como forma de asegurar que los fondos climáticos no queden en manos mayoritariamente de los Estados o de los hombres, sino que sean también para las mujeres y sus iniciativas y proyectos (OPIAC, 2021b; Kuiru, 2022).
Esta exigencia implica, en las palabras de este grupo de mujeres amazónicas, la participación “efectiva y equitativa en los cargos de dirigencias y responsabilidades organizativas en nuestras organizaciones base, así como en COICA, a través del pleno reconocimiento normativo de derecho a la paridad” (OPIAC, 2021b). Dicha exigencia, que hoy es parte de los mandatos y la hoja de ruta que se consolidó en la Cumbre, significa para Fany Kuiru (2022), una base fundamental para andar el camino hacia la justicia climática en los distintos niveles de participación.
Un camino de utopías para los cimentos de la justicia climática en clave de mujer indígena
Para concluir, la justicia climática, en el marco de la I Cumbre de Mujeres Originarias de la Cuenca Amazónica, es una concepción amplia, multidimensional y polisémica que centraliza el papel y el rol de las mujeres desde su lugar de enunciación: la Amazonía. De esta manera, la justicia climática va más allá del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas al reconocer los sentires, conocimientos e iniciativas de las mujeres indígenas de la región en los debates sobre cambio climático. Siendo este reconocimiento un pequeño primer paso hacia una justicia climática que garantice los derechos de las mujeres originarias de la Amazonía a participar y aportar, así como a gestionar los procesos de restauración, reforestación y cuidado de los territorios, para mantener las selvas en pie y la estabilidad del ecosistema amazónico.
Por lo tanto, la Cumbre se convierte en un espacio de diálogo que le posibilita al mundo conocer y tratar de comprender cómo las mujeres indígenas viven, entienden y enfrentan el cambio climático según sus experiencias y necesidades.
De igual forma, esta Cumbre hace visible el uso estratégico del lenguaje jurídico internacional de cambio climático por parte de las mujeres originarias de la Amazonía, al reapropiarlo y resignificarlo para potenciar sus luchas y demandas, a través de la ampliación de la concepción de justicia climática, sus implicaciones y sus alcances. Con relación a este proceso de reapropiación de un concepto jurídico, valdría la pena analizar las tensiones, contradicciones y posibilidades que resignificar un lenguaje colonial implica para las resistencias de las mujeres indígenas y sus metas en la defesa de su territorio y de sus cuerpos en medio de un contexto neoliberal capitalista y patriarcal.
Mi interpretación sobre los significados de la justicia climática todavía tiene varias dimensiones por profundizar. Sin embargo, con este ejercicio no pretendo caracterizar una definición inmutable, pues precisamente esta Cumbre deja en evidencia la idea de que el lenguaje jurídico es un lenguaje vivo y dinámico que, entendiéndolo como un proceso, está en constante construcción y resignificación, ambos atados al contexto sociopolítico e histórico en el que se está. Por ello, la justicia climática, desde las experiencias de este grupo de mujeres, representa sus expectativas del futuro de acuerdo con las experiencias de su pasado que enmarcan, a su vez, sus luchas presentes.
[1] Estudiante de Doctorado en Derecho, Magíster en Construcción de Paz, Magíster en Derecho Internacional y Politóloga de la Universidad de los Andes. Investigadora del Observatorio de Agua y Sociedad, del Semillero en Cambio Climático y Derechos Humanos de la Clínica Jurídica MASP y del Grupo de Investigación de Derecho y Género de la Universidad de los Andes. Investigadora del Centro de Investigación de Cambio Climático de la Fundación Grothendieck.
[2] Acuerdo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Este acuerdo entró en vigor el 4 de noviembre de 2016 y tiene como objetivo mantener el aumento de la temperatura global promedio por debajo de los 2 °C por encima de los niveles pre-industriales. Adicionalmente, busca potenciar esfuerzos para limitar el aumento a 1.5 °C, reconociendo que esto reduciría significativamente los riesgos y efectos del cambio climático en el mundo. Este acuerdo es un hito histórico porque reconoce el cambio climático como un problema de derechos humanos que debe tener como base la justicia climática. En este sentido, el Acuerdo de París inserta en el lenguaje de la jurisdicción internacional de cambio climático por primera vez el concepto de justicia climática.
Referencias
Naciones Unidas. (1992). CONVENCIÓN MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO. Recuperado de: https://unfccc.int/resource/docs/convkp/convsp.pdf
Naciones Unidas. (2015). Acuerdo de París. https://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/spa/l09s.pdf
OPIAC. (2021a). Carta COP26. Recuperado de: https://mujeres.coicamazonia.org/wp-content/uploads/2021/10/Carta-COP_Mujeres.pdf
OPIAC. (2021b). MANDATO PRIMERA CUMBRE DE MUJERES ORIGINARIAS DE LA CUENCA AMAZÓNICA “Mujeres Indígenas Amazónicas en Movimiento por la protección de nuestra casa mayor: la Amazonía”. Recuperado de: https://mujeres.coicamazonia.org/wp-content/uploads/2021/10/MANDATO-CUMBRE-MUJERES.pdf
OPIAC. (2022). DENUNCIA Y SOLICITUD DE ACCIÓN URGENTE por la captura ilegal y falsas incriminaciones al Gobernador Indígena del Cabildo la Esperanza Reinaldo Quebrada por parte del Ministerio de Defensa en cabeza del ministro Diego Molano. Recuperado de: https://www.opiac.org.co/67-opiac
Rozo, D. (14 de abril de 2022). Un aire de catástrofe y esperanza en la Amazonía. Recuperado de: https://www.lasillavacia.com/historias/historias-silla-llena/un-aire-de-catastrofe-y-esperanza-en-la-amazonia/