(Tomada de: https://www.servindi.org/actualidad-noticias/05/09/2024/coica-denuncia-intento-de-suplantacion)
«Esta es una lucha de muchos años. Tuvieron que pasar 38 años para que las mujeres estemos en este espacio de toma de decisiones y de llevar la voz representativa de los 511 pueblos de la cuenca amazónica» (Fany Kuiru, 2024)[2]
El propósito de este artículo es analizar un caso de violencia política transnacional contra mujeres indígenas amazónicas y su impacto para la continuidad del proceso de fortalecimiento de los liderazgos de mujeres indígenas y su participación en espacios de toma de decisión. Por ende, en el presente texto se sostiene que la violencia política contra Fany Kuiru, primera mujer elegida por los pueblos amazónicos como la Coordinadora General de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), tiene la intención de forzar a esta lideresa indígena y a otras mujeres líderes amazónicas a dejar la esfera pública, con el fin de que se mantenga este escenario bajo el dominio tradicionalmente masculino. Para desarrollar esta afirmación, se analizará el concepto de violencia política contra la mujer desde el derecho internacional en diálogo con el desarrollo de las investigaciones de Krook y Restrepo sobre el tema. Más adelante, se presentará el caso concreto de violencia política ejercida contra esta lideresa indígena amazónica. Finalmente, se plantearán unas reflexiones preliminares sobre la situación de violencia política transnacional en contra de las mujeres indígenas amazónicas.
La violencia política contra las mujeres es un concepto vivo con distintas aproximaciones desde las experiencias de los países latinoamericanos. En el marco de derecho internacional se han desarrollado aproximaciones jurídicas como herramientas que permiten abordar esta problemática regional. Así, el corpus juris de protección de los derechos políticos de las mujeres se encuentra conformado por la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el “Protocolo de San Salvador”, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, la Convención de Belém do Pará, entre otros instrumentos centrales para entender la problemática y empezarla abordar.
En particular, en la Declaración sobre la Violencia y el Acoso Políticos contra las Mujeres se estableció que:
(…) tanto la violencia, como el acoso político contra las mujeres, pueden incluir cualquier acción, conducta u omisión entre otros, basada en su género, de forma individual o grupal, que tenga por objeto o por resultado menoscabar, anular, impedir, obstaculizar o restringir sus derechos políticos, conculca el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y el derecho a participar en los asuntos políticos y públicos en condiciones de igualdad con los hombres[3].
A modo de complemento de esta aproximación, Krook[4] sostiene que la violencia política en contra de las mujeres hace parte de un subconjunto de la violencia dirigida a las mujeres por ser mujeres, con miras a presionarlas para que renuncien como candidatas o como representantes electas ante un cargo público u organizacional con poder decisión. A pesar de que estas acciones están dirigidas a una mujer en particular, Krook afirma que son acciones que se dirigen a todas las mujeres, ya que lo que pretenden es preservar la política y los procesos de decisión bajo el dominio masculino[5].
Según Krook y Restrepo,[6] la violencia política contra las mujeres debe entenderse de forma amplia, ya que ésta integra, por un lado, formas de violencia sexual y física y, por el otro, violencias psicológica y económica. Dentro de la violencia física se encuentran “acciones que afectan la integridad física de una mujer, incluyendo la violencia sexual, así como la integridad de su familia cuando ella es el objetivo”[7]. Desde el punto de vista de la violencia política, este tipo de violencia implica amenazas, secuestros y asesinato sea directamente a la mujer objetivo o a su familia. La violencia psicológica por su parte genera traumas y afecta el estado emocional causando ansiedad, depresión o estrés. Amenazas de muerte y violación, procesos de difamación, boicot social y el acecho son acciones que hacen parte de esta violencia política hacia las mujeres.
Dentro de esta violencia se han planteado discusiones en América Latina que sostienen que la coerción económica y los ataques sexistas son centrales para entender este asunto. Para Krook en “política, esto puede incluir condicionar el acceso o comportamiento de una mujer en las oficinas públicas, por medio de la restricción sistemática de los recursos económicos que sí están disponibles para los hombres”[8]. En esta medida, el objetivo es hacer que el “trabajo político sea tan difícil y frustrante que las mujeres decidan retirarse por su propia cuenta o reducir las posibilidades de que las mujeres realicen sus trabajos de manera eficiente, lo cual afectaría el futuro de su carrera política”[9].
Partiendo del diálogo entre el desarrollo jurídico internacional de los derechos políticos de las mujeres y los planteamientos de Krook y Restrepo, se pretende evidenciar que Fany Kuiru ha sido objeto de violencia política. Esta lideresa indígena Uitoto de la Amazonia colombiana, en representación de las mujeres, asumió una COICA dividida en Lima, Perú[10]. Sin embargo, dentro del proceso de elección para la representación oficial de esta organización es necesario abrir un espacio democrático para elegir al Coordinador General. Así, Fany Kuiru y Tuntiak Patricio Katán Jua se convirtieron en los candidatos a este cargo. En enero de 2023 Fany Kuiru es elegida en un congreso estatutario extraordinario eleccionario; no obstante, en desacuerdo con este proceso de elección Tuntiak Patricio Katán Jua y su facción organizaron una reunión en la cual se eligió un consejo directivo sin cumplimiento de la legalidad estatutaria.
Esta situación trajo consigo el inicio de un proceso legal en Ecuador, sede principal de COICA, y la toma de la casa de la organización para impedir el posicionamiento de Fany Kuiru, liderado por Tuntiak Katán y su facción, y basado en una estrategia enmarcada en la restricción, obstaculización, impedimento y anulación del cargo como Coordinadora General.
A raíz de esta situación, además de iniciar un proceso legal en Ecuador, Fany Kuiru ha tenido que realizar una gira[11]en los países amazónicos para enfrentar los discursos difamatorios en su contra, los cuales han debilitado la unidad de la organización y han dado lugar a dudas sobre la legitimidad del cargo asumido por esta lideresa indígena. Sobre esto, la lideresa indígena sostiene que “como mujeres, sabemos por experiencia que, los logros que tenemos en materia política enfrentan barreras que buscan deslegitimarnos, resultado de prácticas, estereotipos de género discriminatorios, egos e intereses personales, que lamentablemente se cuelan en los entes estatales”[12].
Además, según Fany Kuiru, su trabajo ha sido triplicado y expuesto a difamaciones que le han dificultado ejercer su rol y acceder a los recursos propios de este, dado que ha tenido que: 1) encargarse de enfrentar declaraciones o señalamientos que atenten contra su buen nombre y; 2) denunciar a los integrantes de la otra facción por medio de procesos legales que han tomado bastante tiempo, pero que han dado un veredicto positivo sobre la legitimidad del posicionamiento como Coordinadora de COICA[13]. Adicionalmente, Fany Kuiru ha asumido un papel fundamental en la unidad de su organización, ya que con esta facción opositora -de hombres que históricamente habían tenido un papel directivo en COICA y que hoy día están siendo investigados por desvío de recursos en la organización-, los países miembros de la organización han presentado su preocupación y temor por la inestabilidad con la llegada de Fany Kuiru al cargo.
En conclusión, Fany Kuiru, al asumir su cargo, ha tenido que enfrentar tanto la violencia como el acoso político de un individuo en particular que ha unido a su facción opositora a otros líderes indígenas para menoscabar, anular y obstaculizar los derechos políticos de esta mujer indígena amazónica. Sin embargo, la violencia política dirigida a Fany Kuiru es más que una apuesta para debilitarla directamente, pues estas acciones se presentan como un mensaje para todas aquellas mujeres indígenas amazónicas que están andando un camino de liderazgo y proyectándose para llegar a escenarios de toma de decisiones relevantes para sus comunidades.
Así, las dificultades que está enfrentando esta lideresa amazónica se presentan como el futuro de aquellas lideresas indígenas interesadas en seguir este camino; uno en donde las opciones parecen ser: dejar el cargo, cerrar las puertas para que otras mujeres lleguen a estos cargos dadas las dificultades para gobernar o resistir a la violencia política basada en género, a pesar de los riesgos personales, familiares y organizacionales.
En todos estos posibles escenarios, la tranquilidad psicológica, física y espiritual de Fany Kuiru es limitada. Además, es una labor que ha implicado enfrentar creencias, valores y estereotipos tradicionales que le han dado al hombre indígena un papel central en lo político y en los escenarios de toma de decisión. Y, a su vez, según Fany Kuiru, es un reto que busca paridad y acoge gran parte del derecho internacional sobre los derechos políticos de las mujeres como base de lucha y transformación de prácticas que hoy se muestran como un asunto que se debe replantear en las comunidades indígenas de la Amazonia para seguir potenciando liderazgos femeninos indígenas[14].
[1] Candidata a grado del Doctorado en Derecho, estudiante de la Maestría en Género del CIDER, Magíster en Derecho Internacional, Magíster en Construcción de Paz y Politóloga de la Universidad de los Andes. Directora de la Fundación Grothendieck y Coordinadora del Centro de Investigación de Cambio Climático y Derechos Humanos de la misma organización.
[2] Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica. (1 de febrero de 2023). Lideresa indígena del pueblo Uitoto es elegida como primera mujer coordinadora de la COICA. https://caaap.org.pe/2023/02/01/lideresa-indigena-del-pueblo-uitoto-es-elegida-como-primera-mujer-coordinadora-de-la-coica/
[3] Organización de los Estados Americanos. (2015). Declaración sobre la Violencia y el Acoso Políticos contra las Mujeres.https://www.oas.org/es/mesecvi/docs/declaracion-esp.pdf
[4] Mona Lena Krook. (2017). ¿Qué es la violencia política? El concepto desde la teoría y la práctica. https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/10/4735/5.pdf
[5] Mona Lena Krook. (2017). ¿Qué es la violencia política? El concepto desde la teoría y la práctica.
[6] Krook, Mona Lena y Restrepo Sanín, Juliana (2016), “Género y violencia política en América Latina: conceptos, debates y soluciones”, Política y Gobierno núm 23 (1) nn 127-162
[7]Mona Lena Krook. (2017). P. 54
[8] Mona Lena Krook. (2017). P. 55
[9] Mona Lena Krook. (2017). P. 55
[10] COICA. (2023). Coordinadora electa de la coica, Fany Kuiru castro realiza gira por el ecuador en defensa del mandato de las mujeres amazónicas y de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica.https://coicamazonia.org/wp-content/uploads/2023/02/Comunicado-Gira-Fany-Kuiru-Castro.pdf
[11] “La gira que inició Kuiru Castro, el lunes 20 de febrero, como Coordinadora Electa, busca resolver, en derecho, una decisión arbitraria de un grupo de dirigentes amazónicos liderada por Tuntiak Katan, quien ha aprovechado su condición de ciudadano ecuatoriano para gestionar su reconocimiento como coordinador de la COICA, en compañía de un autoproclamado Consejo Directivo, desconociendo el mandato de las Mujeres Amazónicas del XI Congreso de COICA realizado en Lima, Perú, en septiembre del 2022 y de las elecciones del Congreso de Quito en 2023”. En: https://coicamazonia.org/wp-content/uploads/2023/02/Comunicado-Gira-Fany-Kuiru-Castro.pdf
[12] COICA. (6 de febrero de 2023). El liderazgo y la participación política de las mujeres indígenas está en peligro.https://coicamazonia.org/el-liderazgo-y-la-participacion-politica-de-las-mujeres-indigenas-esta-en-peligro/
[13] COICA. (4 de septiembre de 2024). Comunicado Oficial. https://coicamazonia.org/comunicado-oficial-04-sep-2024/
[14] COICA. (6 de febrero de 2023). El liderazgo y la participación política de las mujeres indígenas está en peligro.