Sostenibilidad y proceso era el tema sombrilla del concurso. Para abordarlo, los estudiantes del semillero realizaron una investigación sobre el proceso ejecutivo de alimentos de menores, que busca el pago de la cuota de alimentos por parte de su progenitor. La ponencia presentada se tituló ‘¿Es sostenible el proceso ejecutivo de alimentos de menores en Colombia? Una respuesta desde el diseño legal’.
María Paula Galán, Salma Samur, Manuela Núñez, Simón García, Laura Sofía Gama, María Fátima Barona, María Juliana Moreno y Daniel Ricardo Rozo son los miembros del semillero. Bajo la coordinación de la profesora Ana María Cortés Tamayo realizaron entrevistas a asesores y usuarios de consultorios jurídicos en Bogotá y Tunja (Boyacá), y analizaron 150 procesos en la página web de la Rama Judicial. “Notamos que el proceso no cumple cabalmente el fin para el cual fue diseñado: que sea rápido. Presenta muchas trabas y eso repercute en inconvenientes para los niños”, explica Daniel Ricardo Rozo, ponente seleccionado por sus compañeros del semillero.
La investigación les permitió identificar dos cuellos de botella en el proceso, a partir de los cuales los estudiantes propusieron prototipos de soluciones tecnológicas.
La primera traba está en la reiterada inadmisión y rechazo de las demandas por parte de los jueces, principalmente por el incumplimiento de los requisitos formales para presentarla. La solución propuesta es un formulario único de radicación, con el que se eliminan las posibilidades de omitir datos relevantes o incluir los que no lo son. “Para el usuario es más fácil presentar una demanda mediante el formulario, y para el juez también es más práctico porque la información viene clara y filtrada”, explican.
El otro cuello de botella que identificaron está relacionado con la constante desactualización del crédito. Es decir, cuando una demanda se radica el demandado adeuda cierta suma de dinero, pero cuando el proceso llega a revisión del juez el monto ha cambiado. Para mantener actualizado ese valor –contando las deudas e intereses y descontando los pagos- los estudiantes proponen un Registro Único de Valores que almacena los datos en la nube y hace la liquidación automáticamente.
Por ese trabajo juicioso, que presentaron en un documento de 20 páginas y defendieron en la etapa oral del concurso, el semillero logró llegar hasta la final y obtener una calificación de 9,4 sobre 10 con la que se ubicaron en el quinto lugar, después de las ponencias de la Universidad Finis Terrae, de Chile (4to puesto); Militar Nueva Granada, de Bogotá (3er puesto); Universidad de Salamanca , España (2º puesto) y la Universidad del Cauca sede Santander de Quilichao (1er puesto).
Además del lugar destacado, la participación en el concurso “es una oportunidad para conocer y expandir redes en el área de derecho procesal, conocer expositores y darse a conocer”, señala la profesora Cortés Tamayo. Además, “es una ocasión para demostrar el enfoque integral de los abogados uniandinos”, indica Daniel Ricardo.