Hace cincuenta años, en el convulso año de 1977, la familia Galindo —Francisco, Beatriz y Susana— tuvo que salir temporalmente del país. Susana, quien entonces tenía ocho años, nunca ha hablado con sus padres sobre ese exilio y sólo conserva algunos recuerdos de infancia. Aprovechando que su fama como artista le ha dado la oportunidad de hacer una exposición sobre la década de los setenta, Susana decide entrevistar a sus padres para poder darle un significado a sus recuerdos personales. En estas conversaciones, Susana va descubriendo cómo la generación de sus padres, pertenecientes a una clase media-alta bogotana, construyó amistades que parecieron atraparlos entre dos opciones de vida: simpatizar con la radicalización de los proyectos revolucionarios o contribuir a la consolidación del poder económico de familias tradicionales ¿Qué tan lejos está ella, cincuenta años después, de esos mismos dilemas? Desde esta mirada de clase, Los escombros del exilio examina la historia de Bogotá antes del Paro Cívico de 1977, una época de monstruos, en palabras de Gramsci, una era cuando el Viejo Mundo moría y el Nuevo aún no podía aparecer.