Ha pasado una década desde la firma del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que protege internacionalmente a las trabajadoras domésticas, y la informalidad laboral de este sector no cede en Colombia. Por eso la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes junto con organizaciones de la sociedad civil y sindicatos, presentaron un panorama al Gobierno Nacional para establecer metas claras y una hoja de ruta que permita la implementación de la formalización del trabajo doméstico en el país.
Entre este panorama, se destacó la falta de celeridad en el cumplimiento de las normas relacionadas con la formalización laboral y la responsabilidad de los empleadores en esta problemática, por causa de factores culturales, legales y económicos como la tramitología, el alto costo y la desvalorización del trabajo doméstico.
“En diez años pasamos del 85 % al 80 %. Ha habido una disminución mínima en la informalidad del sector que reúne a casi 700.000 personas, la mayoría de ellas mujeres, que día tras día carecen tanto del salario mínimo, como de las prestaciones sociales necesarias”, aseguró la abogada Valentina Montoya Robledo, profesora de la Facultad de Derecho de la Uniandes.
Adicionalmente, la académica destacó que “Solo recientemente se ha empezado a volver un tema serio para el Gobierno. Mientras tanto, muchas de estas mujeres se siguen enfrentando a condiciones laborales y humanas precarias”, lo anterior en referencia a la falta de pago justo por su trabajo, la ausencia de prestaciones de ley e incluso a situaciones de violencia física, psicológica y sexual.
Avances y retos, tras 10 años de la implementación del Convenio 189 de la OIT
Aunque el balance no es alentador para Ana Teresa Vélez Orrego, coordinadora del Proyecto Fortalecimiento del Movimiento de Trabajadoras Remuneradas del Hogar a través del Aprendizaje y la Tecnología de CARE Latinoamérica, existen algunos avances en materia de formalización del trabajo doméstico, como la existencia de más organizaciones sindicales y un leve incremento en el acceso a la prima de servicios para las trabajadoras remuneradas del hogar.
Sin embargo, destacó la coordinadora, existen la necesidad de que se genere un diálogo social entre Gobierno, organizaciones de trabajadores y empleadores, para conversar sobre una agenda nacional de derechos, así como el impulso para la sindicalización de las trabadoras remuneradas del hogar con el que se busca mejorar el tema salarial, disminuir la jornada de trabajo y crear mecanismos de inspección en los hogares en los que trabajan las servidoras domésticas.
Precisamente, la inspección laboral por parte del Gobierno Nacional y la negociación colectiva son dos de los cinco temas de la agenda laboral y sindical de trabajo doméstico que el pasado 8 de
septiembre presentaron a la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, las tres centrales sindicales del país (CUT, CTC, CGT), la cual también fue entregada durante el Foro en la Universidad de los Andes, al viceministro de Relaciones Laborales e Inspección del Ministerio de Trabajo, Edwin Palma Egea.
“Se trata de una agenda que, en cinco puntos, condensa todas nuestras apuestas como movimiento sindical de trabajo doméstico. Solicitamos salud y seguridad en el trabajo e inspección laboral preventiva y reactiva al mismo tiempo, queremos que haya una ley de inspección laboral a hogares de trabajadoras domésticas”, explicó Claribed Palacios García, presidenta de la Unión Afrocolombiana de Trabajadoras del Servicio Doméstico – UTRASD.
Del mismo modo, se refirió a la necesidad de la creación de una plataforma en la que se puedan depositar los contratos de las trabajadoras domésticas, en aras de mejorar la formalización en el sector y a la generación de canales de atención inmediata.
Además, para reducir la informalidad laboral actual del 80 %, sugirió la implementación de sanciones cuando haya incumplimiento por parte de empleadoras y empleadores. “Creo que mandaría un mensaje diferente a la sociedad. La sanción en Colombia frente a la vulneración de los derechos de las trabajadoras domésticas es bajísima. Hace dos años el Ministerio solo tenía el reporte de 11 querellas en el sector y nosotras sabemos que las vulneraciones son más, pero hay miedo”.
La apuesta del Gobierno Nacional
De acuerdo con el viceministro Edwin Palma, son varias las apuestas del gobierno frente la tema, entre esas, cumplir la Constitución. “Ni siquiera queremos reformarla. Cumplir la Constitución del trabajo, de esas disposiciones normativas que están en la Constitución, ya es un salto hacia adelante para dignificar el trabajo. El trabajo como derecho y como deber, como aquello que dignifica la vida de la ciudadanía, como aquello que es un movilizador social ascendente, como vehículo para acceder a otros derechos, creo que hay que ponerlo en el centro de la discusión pública y política”.
Se espera que, con la presentación de los diferentes informes durante el Foro, se dé celeridad para el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras domésticas y se propicien espacios de discusión que permitan abordar las dificultades del sector, desde una mirada académica, experiencial y gubernamental, con el fin de hacer seguimiento anual de los avances.
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