El Grupo de Prisiones de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes dio inicio a una investigación con la cual busca indagar sobre las discriminaciones que experimentan las personas con orientación sexual e identidad de género diversas (OSIGD), que pasan por el sistema penal y penitenciario colombiano.
El proyecto es financiado por el Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas (CESED) de la Facultad de Economía de la Universidad y cuenta con la participación de investigadores del Semillero de Derecho Penal y Derechos Humanos de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, así como con la colaboración de organizaciones sociales que luchan por las personas OSIGD y por aquellas que están privadas de su libertad (PPL).
“Queremos explorar los matices, texturas y perspectivas de estas discriminaciones para poder pintar un retrato mucho más detallado y complicado del ámbito penitenciario con todas sus dimensiones.
Buscamos espacios para que quienes hayan vivido en carne propia estas situaciones tengan la posibilidad de narrar sus vivencias, sus luchas, deseos, frustraciones, conocimientos críticos y visiones, y que de esta forma puedan contar sus historias como un acto de liberación y reivindicación de sus derechos”, argumenta el abogado Juan Pablo Uribe Barrera, director del Grupo de Prisiones.
Explica que el propósito es desarrollar “un proyecto distinto que se aleje de los tan acostumbrados papers y documentos académicos, en donde los investigadores hablan en nombre de las comunidades investigadas y sus experiencias se reducen a cifras e indicadores; nos apartarnos del foco de atención y le cedemos el espacio a estas voces que han sido ignoradas por tantos años”.
El centro penitenciario de mujeres, El Buen Pastor, y el de hombres, La Modelo, ubicados en Bogotá, son las dos cárceles en las cuales, inicialmente, se está llevando a cabo la investigación.
En su opinión, existen sesgos y preconcepciones respecto a las personas OSIGD y PPL que predeterminan la inexistencia de información que permita la caracterización de esta población, así como la posibilidad de que su historia sea escuchada más allá́ de las rejas.
“La carencia de información perpetúa las dinámicas de discriminación y violencias durante todas las etapas del proceso penal, penitenciario e incluso luego de la vida en prisión. Al mismo tiempo, se mantienen en silencio las voces de quienes, aun cuando hubiesen podido cometer delitos, son víctimas constantes de un sistema judicial que les prejuzga y castiga, en principio y en paralelo, por no encasillarse dentro de lo que la sociedad considera como “normal”, agrega el académico Juan Pablo Posada.
Para él, poder indagar en estos escenarios desconocidos, a partir de las voces de quienes vivieron estas situaciones, es fundamental para la identificación de las violencias invisibilizadas y para contrarrestar las problemáticas estructurales e institucionales que impiden el adecuado disfrute de los derechos de las personas con orientación sexual e identidad de género diversas procesadas, penadas y pospenadas.
El resultado de este proyecto se mostrará en una serie de distintos productos audiovisuales y crossmedia, en los cuales se registrarán historias humanas e idiosincráticas que no se logran percibir con patrones y estadísticas.
La investigación lleva por nombre “La orientación sexual y la identidad de género de las personas privadas de la libertad, una razón de discriminación” y hace parte de las iniciativas en las cuales profesoras y profesores de la Facultad de Derecho reciben financiación externa para su desarrollo, con apoyo del Centro de Investigaciones Sociojurídicas (Cijus).