“Se debe igualar la edad pensional”. Así lo afirmó Laura Cecilia Porras Santanilla, profesora asociada de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes, experta en derecho laboral.
En su opinión, la edad pensional de hombres y mujeres debe ser igual porque la realidad ha demostrado que el hecho de que las mujeres tengan cinco años menos que los hombres para lograr acumular la totalidad de las semanas de cotización, que exigen los actuales regímenes pensionales en el país (Colpensiones: 1.300 semanas y fondos privados: 1.150), les ha jugado en contra, lo que ha generado una brecha pensional cada vez más amplia.
“Las mujeres se pensionan menos que los hombres. Las que lo logran, lo hacen con una mesada pensional inferior a la que tienen los hombres y una de las razones principales tiene que ver con la edad”, explica la investigadora.
La profesora Laura Porras argumenta que, en comparación con los hombres, las mujeres tienen trayectorias laborales más inestables. “Entran y salen del mercado laboral y transitan de la formalidad a la informalidad con más frecuencia, sobre todo por razones de cuidado. Por ejemplo: cuando tienen hijos, cuando se enferma un familiar o cuando tienen adultos mayores en casa que requieren de su atención. En esos momentos, las mujeres no suelen cotizar”.
A lo anterior se suma que la pensión aumenta dependiendo del número de semanas cotizadas. A más semanas cotizadas, más alta es la tasa de retorno de la mesada pensional. Las mujeres también suelen acumular menos semanas porque al cumplir 57 años y cumplir con los requisitos para acceder a una pensión, el empleador las puede despedir con justa causa (con los hombres sucede lo mismo, pero solo hasta los 62 años). Eso dificulta que muchas mujeres puedan seguir trabajando después de los 57 años y que sus mesadas sean más bajas.
“Para evitar que esto siga ocurriendo, se podría subir la edad pensional de las mujeres, bajar la de los hombres o exigirles menos semanas de cotización a las mujeres. El problema con las dos últimas opciones es la sostenibilidad financiera del sistema”, enfatiza.
Otro factor que juega en contra es la informalidad. “En este momento, solo un poco más del 35 % de la población está cotizando a pensiones y la mayoría de quienes cotizan son hombres. Son más las mujeres informales que los hombres. Además, hay una correlación entre informalidad y pobreza, por lo que las mujeres suelen ser más pobres que los hombres y eso las afecta más”, agrega.
Otras alternativas
En América Latina, países como Bolivia, Uruguay, Chile y Argentina tienen dentro de sus legislaciones una retribución por hijos en tiempo o porcentaje de cotizaciones. Este tipo de medidas también se encuentran en países como Francia y Alemania. “La mujer está haciendo una contribución para que se reproduzca la vida. Es decir, está trabajando igual, pero de otra manera. Aplicar esto en Colombia podría ser una fórmula para que las mujeres logren reunir las semanas completas de cotización”.
Aunque el presidente Gustavo Petro aseguró que en su Gobierno no está contemplada la idea de aumentar la edad de retiro, recientemente la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (Fiap) le sugirió hacerlo, con el propósito de que el sistema sea más sostenible.
En próximas semanas, cuando el Gobierno nacional presente al Congreso de la República el proyecto de reforma pensional para su discusión, se sabrá si la medida se incluyó o no en el articulado.
• Según el Informe Nacional de Competitividad 2022 – 2023, elaborado por el Consejo Privado de Competitividad, solo una de cada cuatro personas en edad de jubilación recibió pensión contributiva, en el 2021 (DANE, 2021). • En 2021, el gasto en pensiones del Gobierno Nacional Central fue de 3,7 % del Producto Interno Bruto (PIB) (Minhacienda, 2022). • Entre noviembre del 2021 y enero de 2022, 93,4 % de las personas ocupadas en 13 ciudades y áreas metropolitanas afirmaron estar afiliadas al sistema de seguridad social. En este mismo periodo, el 57,3% reportó cotizar a pensiones. (DANE) |