Este libro recoge nueve capítulos que reflexionan sobre las burocracias como materialidad del estado y su vínculo con debates tradicionales en la academia jurídica: la definición del estado y el derecho, el significado de la justicia, la coherencia/incoherencia normativa y la discrecionalidad de los operadores legales. Los diferentes textos se aproximan, desde el derecho y la antropología, a la forma en que el estado aparece en la vida cotidiana de las personas a través de funcionarios, documentos, casas, oficinas, tarjetas débito, recursos y normas. El uso del método etnográfico es particular y poderoso en las reflexiones legales, porque ilumina aquellos contextos y detalles que las abstracciones de las normas y la distancia de las regulaciones olvidan. En ese sentido, la etnografía sirve como un “ancla” del derecho a la realidad. El libro cuenta con contribuciones originales de seis autoras que, usando el método etnográfico, proponen miradas distintas al derecho y su práctica. Este es un campo nuevo en el país, en la antropología, pero, sobre todo, en el derecho. Pensamos que el libro hace una contribución tanto al estudio de lo jurídico –en cuanto el análisis de rituales que definen y determinan el alcance del derecho- como a lo etnográfico –en cuanto herramienta para dar cuenta de la indeterminación normativa-. Si el derecho aprende de la antropología para documentar escenarios que le eran ajenos y construyen su contexto, la antropología aprende de los estudios jurídicos sobre la centralidad de las normas para construir la realidad y su hermenéutica como oportunidad de cambio. Además de estos seis textos, el libro cuenta con traducciones de artículos de investigadores consolidados en el campo, pero también de jóvenes que empiezan su vida en la academia. Esta mixtura de perfiles es fundamental para la propuesta del libro. La idea es que la experiencia de publicación sea también la oportunidad para la consolidación de una red de trabajo de la etnografía en el campo legal, lo cual se ha logrado.