Un grupo de estudiantes, de la Clínica Jurídica Medioambiente y Salud Pública (MASP) de la Facultad de Derecho, hizo parte de la presencia de la Universidad en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16).
Este evento global, conocido por sus esfuerzos en abordar la crisis de la biodiversidad y establecer acuerdos de cooperación entre países, fue la oportunidad para que el equipo de la Clínica MASP participara en un espacio donde se plantearon reflexiones y acciones desde el derecho para responder a la crisis actual.
María Gabriela Silva, estudiante de décimo semestre, destacó que “el Derecho tiene muchos retos para repensarse la biodiversidad. Uno de ellos es pensar cómo proteger las especies y los ecosistemas que estas habitan desde las conectividades. Eso implica replantearnos los sistemas de protección existentes que establecen áreas protegidas de conservación, ya que no podemos pretender que existan zonas protegidas y que las especies permanezcan ahí, porque los ecosistemas no son aislados sino interconectados”.
Por eso, entre otros temas, los y las integrantes del equipo jurídico presentaron algunas de sus propuestas para repotenciar la constitución ecológica y así buscar estrategias para la protección de especies amenazadas, como el jaguar, de alta importancia cultural, ambiental y simbólica desde el sur hasta el norte del continente.
“El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) habla de un punto de no retorno. Los árboles ya no están absorbiendo la cantidad de CO2 como antes, las especies en peligro van en aumento, y precisamente desde la Clínica MASP nos estamos pesando el Derecho como herramienta para blindar espacios de alta importancia para la biodiversidad, de la minería, la ganadería extensiva, la industria extractiva”, explicó la estudiante.
De este modo, la participación de estudiantes en este encuentro internacional les ha permitido plantear y discutir los desafíos legales y regulatorios frente al tema, además de conocer nuevas perspectivas del campo de acción de su profesión.
“Los abogados tenemos que pensarnos nuestro rol frente al cuidado y la protección del medioambiente y cuál es la función que podemos tener con nuestra profesión. Desde la Clínica MASP estamos trabajando desde la investigación y el análisis para encontrar esos mecanismos que permitan proteger la biodiversidad y por eso es muy importante poder compartir estos escenarios para proponer y escuchar otras iniciativas”, aseguró Laura Boyano, integrante de la Clínica Jurídica.
La Clínica Jurídica de Medio Ambiente y Salud Pública es una de las cinco Clínicas de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes. Fue creada a finales del año 2015 con el propósito de promover el acceso a la justicia ambiental y climática, con el fin de garantizar una efectiva protección a los derechos colectivos a un ambiente sano y a la salud pública.