Primero, como se ha mencionado, el programa está enfocado en la formación integral de abogados y abogadas penalistas en ejercicio y, en esa medida, pretende perfeccionar tanto su conocimiento teórico como sus habilidades prácticas para ejercer su profesión, ya sea en el litigio estratégico o como funcionarios públicos que intervienen en distintas instancias judiciales. Segundo, la metodología de evaluación se enfoca en la solución de casos reales o posibles con el fin de fortalecer e incrementar la investigación autónoma de las y los estudiantes para enfrentarse a la aplicación cotidiana del Derecho Penal. Esto es, se plantea fortalecer sus competencias en razonamiento jurídico, argumentación y comunicación, gestión de conflictos y bases éticas. Tercero, la Especialización ofrece un ambiente flexible, diverso y enriquecedor para los y las participantes y profesores, debido al respaldo de la virtualidad, que redunda en la posibilidad de asistencia de personas de toda Iberoamérica y permite el intercambio de ideas para la construcción de nuevas figuras e instituciones jurídicas, que respondan a los retos que trae consigo la digitalización y globalización en las distintas dinámicas sociales e institucionales que pretende estabilizar la justicia.