A partir del 13 de febrero, un grupo de 19 personas que estuvieron privadas de la libertad recibirán clases de diseño web en la Universidad de los Andes.
Es un curso introductorio de HTML y CSS, dos lenguajes con los que podrán crear páginas web. Aprenderán de profesores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), considerada la universidad número uno en el mundo, de acuerdo con el ranking de QS.
Esta alianza entre Uniandes y MIT es el resultado del trabajo conjunto de la Clínica Jurídica Grupo de Prisiones y algunos profesores del área de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de Los Andes, y del equipo de The Educational Justice Institute (TEJI) de MIT, cuyo foco es mejorar, a través de la educación, la calidad de vida de personas que están o han estado en prisión.
Las personas beneficiarias de esta primera versión del curso han estado vinculadas a otras iniciativas del Grupo de Prisiones o han participado en actividades de los aliados Fundación Acción Interna y Casa Libertad. Fueron escogidas por haber demostrado buen rendimiento en sus actividades, tener buenas relaciones en sus entornos y potencial para replicar el conocimiento en sus comunidades.
El curso será impartido por primera vez en español a través de la plataforma zoom. Gracias a esto, se unirán dos personas latinas que están privadas de la libertad en cárceles de Estados Unidos, y que no habían podido recibir la formación en inglés del MIT. También participarán dos funcionarios de Casa Libertad y dos estudiantes del Grupo de Prisiones de la Universidad.
El curso, que irá hasta mayo, busca aportar en la formación para el trabajo y las posibilidades laborales de las personas pospenadas, uno de los aspectos que más dificultan su reintegro a la sociedad.
Según Valentina Díaz Moya, coordinadora del Grupo de Prisiones, este curso con MIT tiene marcado impacto social en el proceso de resocialización de los beneficiarios, puesto que les permite desarrollar habilidades competitivas que son ampliamente requeridas en el mundo laboral actual y que pueden significar una alternativa de ingresos formal, apalancar sus emprendimientos y compartir el conocimiento adquirido con sus comunidades.
Además, la formación a la que actualmente tienen acceso las personas privadas de la libertad en Colombia está centrada en actividades artesanales, que, si bien contribuyen en la ocupación y la reducción de penas durante el tiempo en prisión, sus posibilidades reales en el mundo del trabajo son limitadas, señala Fernando Tamayo, profesor del área de Derecho Penal de la Facultad de Derecho.
En un texto sobre el acceso al mercado laboral para personas con antecedentes penales publicado como capítulo del libro ‘Permitido discriminar’*, el profesor Libardo Ariza y su colega Verónica Mora Godoy, expresan que aunque las personas que regresan a la sociedad se enfrentan a desafíos como encontrar vivienda, reparar las relaciones familiares o manejar el estrés y la salud mental, “el más importante pareciese ser encontrar trabajo, dado que este es clave para la reintegración exitosa”, puesto que el trabajo actúa como una barrera contra el crimen y ayuda a las personas a mejorar su capital social y humano.
La intención de los equipos de MIT y Uniandes es ofrecer este curso de nuevo para abrir la posibilidad a otros estudiantes y con ellos avanzar a un siguiente nivel de diseño web, de modo que la formación sea cada vez más especializada.
*El libro ‘Permitido discriminar. El vacío regulatorio del periodo previo al contrato de trabajo en Colombia’ de la Serie Justicia Social se publicó bajo la coordinación académica de la profesora Natalia Rodríguez-Bustamante. Se refiere a la exclusión que por razones de género, raza o antecedentes penales afrontan muchas personas en Colombia en el proceso de búsqueda de empleo remunerado. Su lanzamiento se realizará próximamente.